miércoles, 16 de abril de 2014

Rezo a diario

Born in this world I know.
High pitched white boy learning slow.
I trust you to kill me...

Ask for nothing, nothing in return.
Rocco Delucca & The Burden — Trust You To Kill Me

[Rezo a diario]
La confianza es


como la virginidad


y la pornografía


como la fé.


[Para recuperar la virginidad]

viernes, 11 de abril de 2014

Carta a mi amante

Corre como hombre, grandísimo marica de verga, homosexual —Le grita el hombre veinteañero genérico desde lo alto de las gradas a su conveiente amigo opositor visitnendo la camisola del equipo enemigo, saturado. Relacionado. ¿Estoy rimando sornrojado?

Represantado por su irracional ira, tradicional equipo de fút ganador del alma de inifnitos junkies-sanos-en-negativa vieron el ocaso de una derrota premeditada. Contenido rebosante con mas de 500  frases motivacionales de puro relleno pasional—

— ¡Corre! mierda 'jue puta, que sino mirá como te regresás cerote.

México. Solo 5 horas después haberme desconectado de la realidad oxigenada, efímera, palabra-compuesta de reglas gramaticales falsas y conjuros eternos me veo bajo la luz de la conciencia en interrogatorio... Chamanes temporales forjados en boca del monte recetando música real sin depilar, ni pelo, ni mono dorado cabildeando en una ciudad contemporáneamente agonizante en la mediocridad dorada y sin el menor esuferzo rebozante de fé etílica, destella un brillo de ausencia coartada. Me topo con estos deseos coaccionados por una ética emplasticada o plastificada y traducida en papel húmedo y vuelto a secar en la mochila revolucionaria de otras lacras peleoneras y conformistas rebuznantes de le educación gratis para ellos: los peones. Bueno para el pueblo del escondite. Malo para los patrones y accionistas del escondite del pueblo. Masa, números, folletos y objetos de investigación deformados y planamente traducidos en dinero. Naranja. Sol. Alma. ¿Ven lo profundo del aleatorio?. Letra traducida en el ojo de la belleza y reducida en seguridad alimentaria carbonaatada del Universo en las formas más concretas de los 10 ladrillos ruidosos y vertiginosamente ásperos; realidad cual realidad desbordada, desbordadamente, mente anti-poética... Cruda, pura y dura. Neruda no es ni piel ruda en la dura cura contra la hiel de dulzura. 

Como la pija que se atraganata el maje del equipo contrario. Es jugando. Nada es en serio. NADA. Ni tu amor, ni tu gobierno ni tu amistad, ni la ansiedad que tu soberana fuerza de tener Internet te da, ni siquiera las amarillas letras, las amarillas cubiertas de tus libros con las que intentás convencer a una horda clásica de incultos conspiracionistas. Amantes del amante del amante del fácil. Inadapatados y desatendidos desinteresados y shoqueados por palabras de seda colocadas en órdenes espaciales... inertes e inherentes a la rutina sangrienta de encabezados espesos. Los más profundos deseos de tu núcleo sexual se exaltan trillados, gritando por ser encontrados para ser puesto en un pedestal sustituto como un ser cotidiano y excepcional. Fama decolorada.

Letras amarillas cubiertas por la misma esposa espesa enjaulando la capa de negro viceral, que es rojo que es una broma y que nos invita a ser mejores promesas falsas. Mas falso que Miami en maqueta del arquitecto raspando la bancarrota y la gloria boca-abajo, bajó, bajo las narices que respiran y exhalan miedo blanco. Mas falso que el cielo falso y las colonias marginales soterradas bajo una espesa capa fehaciente de sangre y fechorías inmaculadas por las letras verdes granuladas o molidas con tijeras de mercado, espesa es la clase, clavé en tu ser la pija atragantada cubierta de rojo, cubierta de café alcantaría-terriblemente-poética como estas letras, las mimsas de siempre, las mismas letras incorrectas nunca aprendidas por los peores pandilleros incomprendidos, que rifan y riman y suben y bajan del bus y saben del hambre y también de la violencia y la filosofía adherida en las banquetas sin nombre del vulgo sin suelo ni cielo ni Dios ni voz. De buen corazón pero de mala fe. En Cristo me fortalezco. Fortaleza no para entrar sino para no salir... Salir del closet o el barranco o la deuda con la que fingí tirar un lazo para tender ropa hacia otra clase social sonde solo soy  yo el peatón afuera del portón guardaspaldado.

Magos cotidianos liderando capuchas flojas de tricentaenarios autónomos versus profundos doctorados vitrinales, virginales machotes privados que en papel resolvieron el mundo como Rubiks decodificados en la pasarela del el Trébol... Después, después, después de Villa Canales y el segundo tercer respiro de cielo falso como un paso a desnivel, pinto de blanco el vestido blanco con manchas de pecado. Sos blando. Novia en blanco ¿para qué te quiero? Blanco, blanco. Banco quebrado. Cielo falso blanco machacado, bajado. Machete esperado, machete separando el corte de euforia. Euforia escenificada por fosas que demandan ser poetas por tener las mejores rimas imaginarias del talentoso señor obvio y por la compañía clásica y la segunda ronda por abrirse para detestar por naturaleza al real impostor; YO; uno más de los poetas sobrantes: seres quejumbroso habitando mentes demasiado brillantes para habitar un cuerpo de poca fama; científicos-cientistas-cientólogos de ojos milenarios viajando, otra vez viajando, viajando, ridículamente viajando y viajando como en sueños, "quedante", quemo viajando, viajando en partículas de jazz encontrando cien mil soluciones para darle lumbre al sacate ordinario y filantrópico del viaje de la rutina cotidiana tautológica ordinaria. En algún lado leí tanto revoltijo.

Por Ginsbergs judíos que renunciaron a su eterna lucha ficticia contra una deuda imaginaria y rechazaron toda forma de tacañería por el bien de un holocuasto cobrado y archivado, por Bukowskis imitados que no toleraron el alcohol, ni el fuerte nihilismo de sus gatos que les permitió ver el alma de un verdadero genio encasillado en la rutina esporádica que no encuentra más palabras sofisticadas con que sorprender a una bola de lectores reacios. Y sobre todo por todos los pobretones que creen destilar talento por tener mejores oportunidades comprimidas que otros menos afortunados.

Porque no imorta el talento sino la arrogancia con que vendás un arte imitada que es mierda imitada con fáciles rimas, ¿Qué limas?.

Sos nada, igual que todas estas palabras que nunca te escribí.

martes, 8 de abril de 2014

Dios conoce la historia pero no la razón





Jesús sigue crucificado en todas las paredes. Su sangre se sigue derramando por gordas señoras pesimistas que decidieron poner toda su fé en las manos de su creador para no cargar más con la culpa de ser parte del problema y no de la solución.

Voy sobre una tostada en una nube de mantequilla, la suspensión absorbe la carretera y yo me deslizo a través de ella. Detrás de mi 2 satélites que son las luces de un carro. Es reconfortante saber que voy detrás de otro destino zig-zagueante. Demasiada bebida y poca comida me atrevería a decir, otra vez.

No somos los únicos. Ni en la carretera, ni en el mundo, ni en el derrocamiento a la sobriedad. Paralelo a nuestros zig-zags otro borracho menos afortunado avanza tambaleante con paso lento. Podría asegurar una y mil veces que al igual que yo, los deportes y él nunca convivieron en convivieron en el mimso renglón de cualidades comunes a destacar, sin embargo, esa noche sus brillaron sus habilidades como acróbata por necesidad más que por experiencia. Esquivaba carros al mismo tiempo que cargaba una borrachera espesa y equilibraba el peso de su cruz sobre la estrecha banqueta genérica que derrocha tragantes, levanta mupies y sostiene postes que conectan una maraña de cables que van de aqui para allá despreocupadamente por toda la ciudad, igual que los ebrios de la madrugada.

Mounstrosas fábricas con enormes fauses y colmillos dirigidos a la yugular se comen el alma de un pueblo impulsado por el hambre y el trago. Poca comida, mucha bebida. Tiranos divididos por ideologías contrarias se divierten en un feudo sin reglas. Tiran de las cuerdas para ver que marioneta baila mejor. A donde fueres haz lo que vieres. El pueblo grita "REVOLUSION" con una mano empuñada hacia el aire y la otra bien extendida cobrando a las personas incorrectas, porque poco nos interesa, lo que les fue arrebatado hace 500 años. Un colorido pueblo que tiene toda la intención pero ninguna voluntad.

Y los forasteros amarillos de cigarros caros, excesivo ajo y video loterías se entretienen descontando los segundos a una masa deforme con voz suave y sin piernas que ha venido cabizbaja a pedir una mejor forma de sobrevivir una mala vida. Están cansados revolucionar las sucias paredes del Centro Histórico con spray negro y rojo comprado en oferta.

Y ahí está el monstruo con la masa deforme, jugando a hacer zapatos, blusas y crucifijos con el mas vulgar y tibio petróleo para que Cristo crucificado siga colgado en cada pared juzgándonos en silencio. Dios conoce la historia pero no conoce las razones. Las razones del bolo, del asesino, del judío tacaño, del infiel y la del traídor son diferentes, pero las historias son las mismas ante la vista de un pueblo moralista que está convencido en ser los ojos de Dios.

Queremos lo que no tenemos, en cuanto obtenemos lo que tenemos, queremos algo mejor y en cuanto lo perdemos añoramos lo que tuvimos. Hacemos lo que podemos y lo que no debemos porque no siempre se tiene lo que se quiere ni se puede hacer lo que se debe. Arjona lo puede explicar mejor en 5 álbumes de estudio y 3 en vivo.

Querer, deber, poder y tener (que)... las 4 esquinas de un cuadrilatero donde nuestra maraña de historias quedan expuestas a los golpes de nuestras decisiones. Elegimos un golpe y salimos del cuadrilatero contando una historia sobre como ganamos (o perdimos) sin que nadie se pregunte porqué accedimos subir a un ring. Está bien, quienes creen ser profundos terminan por ahogarse en un mar de pensamientos.

Me senté al borde de mi cama. Sentí como mis ojeras recargaban el peso de mis ojos moralistas. Tuve la necesidad de escribir una historia sobre mantequilla y satélites mientras manejaba ebrio pero ahora no recuerdo la razón que me motivó a hacerlo... Solo Dios sabrá.