martes, 21 de abril de 2015

Porqué un policía que te pide comprar cerveza a las 11pm da más miedo que el Preventivo de la Zona 18

Ah, no. No hay ciudadano en Ciudad Caótica (a.k.a Guaremawla Siri) que no haya tenido encuentro cercano del primer tipo con estos broders que se hacen llamar Policías Nacionales Civiles, esos mismos que si lo decís muy rápido su nombre abreviado pareciera que estuvieras diciendo "pene sé"... Como si le estuvieras diciendo a tu pene que sabés algo. Por ejemplo: ¨PENE, SÉ que no has salido a chingar  en un año, pero mirá pue... Te propongo algo: llamate a tus compas de allá abajo y haceme ganas (huevos literalmente). Yo sé que la chavita está cacho fea pero pues... Ya nos dijo que como estaba sola nos invitaba a ver una película y que no sólo nos iba a cocinar sino que después te iba a comer... Espero que no te moleste (o que no tenga brackets) porque yo sin pajas (pun intended) estoy que ya exploto...

Y ahí es cuando te das cuenta que estás TAN caliente, que te podrías dar a la chava fea que conociste y te agarraste en una fiesta de San Ángel en la zona 2, pensás que estás en la mierda y sin embargo, no te da (tanto) miedo irte a meter a La Kennedy con tal de tener contacto con otra piel que no sea la de tu mano. O al menos no lo pensás en el momento. Y conste, no tengo nada en contra de la Zona 18, sé que hay lugares seguros (porque he ido varias veces ahí), pero mis padres como todo buen padre que trata de alejar a sus hijos de las drogas, el grafitti y la música de Cypress Hill me metieron miedo sobre los riesgos de la zona que lleva el mismo nombre que una mara.

Sin embargo, la calentura puede más que uno. Puede incluso más que la voluntad de NO querer ir. Y sin importar el miedo, el nerviosismo o el sentimiento de estar cometiendo un gran error y toparse, (mientras buscás la casa y la manzana donde vive la fulana), en un callejón sin salida lleno de vatos locos dispuestos a darte un ride de cajero en cajero por toda la ciudad para luego matarte si les pones el pedo de un mal trip, uno se dispone a ir sin importar qué y casi-casi dejar de ser ateo para percinarse y encomendarse a Diosito como nuestros buenos padres hubiesen querido.

Bueno... La hora de la verdad se acercaba. Era un poco más de las 10 de la noche por lo que el tráfico ya no estaba tan en la shit como en la tarde. Sentía como la emoción me jalaba el estómago de afuera para adentro. Iba sólo, con una playera de Iron Maiden en caso que tuviera que mezclarme entre la multitud.

Pasé a un Súper 24 donde había que hacer la fila y esperar que la cajera detrás de la ventanita lo atienda a uno. Había una fila larga. Detrás de mí había un tipo gordo y sudoroso de polo café rayada que respiraba como si estuviera roncando. Resoplaba, miraba sobre mi cabeza impaciente y somataba sus billetes de 100 contra la palma de su mano. Detrás de él habían más personas.

Al fin fue mi turno y con la vergüenza obvia del caso, compré un six-pack de ICE y un pack de Scudo Sensitivo. Pagué, firmé el voucher, agarré mi bolsita blanca y me fui silvando emocionado hasta mi carro. Temblé un poquito de los nervios cuando abrí la puerta. 

Estaba a punto de entrar cuando veo un señor agente acercarse a mí. "Puta, ahora qué hice" — pensé.

- Buenas noches jóven, ¿cómo le va?
- Ahm, muy bien gracias
- Mire, nosotros le queríamos pedir un favor. Fíjese que queríamos comprar unos litros de Cabro pero la señorita cajera nos dice que no puede atendernos por el tema de las cámaras, que la pueden fregar a ella si nos ven comprando porque estamos uniformados.
Nosotros aquí tenemos el dinero (200 quetzales) y sólo queríamos ver si... Nos podía comprar unos litros de Cabro. Ni son para nosotros, es para un amigo que está en la jefatura.

Eso estando solo SI da miedo. Las opciones eran 2: A) No aceptar, apelando a la moral y al buen uso del sentido de la ética y ser detenido 6 cuadras más adelante ó B)Portarse empático y ver el humano detrás del uniforme que también ríe, llora, come chicharrones y le dan ganas de echarse las chelas los fines de semana pero por culpa de su puto trabajo donde gana una miseria no puede hacerlo y si lo hace es motivo de burlas [como si uno fuera mejor solo por trabajar en un banco, una oficina o un buffet de abogados]

- Sí, no hay problema ¿Cuántos necesita?
- 4 litros
- ¿Cuatros litros? Va
- Aquí está el dinero (Q.200)

Hice la cola otra vez. Pedí los litros. Pagué, Recibí el vuelto, Agarré mi bolsita blanca con los litros fríos haciendo 'tlin-tlin' con cada paso rápido que daba. Esta vez regresé a mi carro sin silvar y con un poquito más de miedo.

Les entregué los litros, me agradecieron y rápidamente se subieron a su patrulla y se fueron. 

Y... Si hablamos de miedo, yo vivo con miedo todos los días, porque me quedé con su vuelto y no sé cuando los policías podrían regresar a pedírmelo y con intereses. Pero ¡hey! tuve sexo esa noche.


lunes, 13 de abril de 2015

Nunca te des por vencido



"La lluvia derramada...
un poco de miel, no basta

El eclipse no fue parcial
y cegó nuestras miradas.
Te vi que llorabas por él

[...]
Un sorbo de distracción
buscando descifrarnos,
no hay nada mejor que casa"
Soda Stéreo — Té Para Tres


¡Mano, al fin lo hice! ¡Al fin lo hice! — me decía mientras me zangoloteaba del hombro para que me despertara.— Despertate, cerote, despertate

Hace shoooombre — gritaron los otros 7 de la habitación que aún dormían con calzonetas y latas vacías de cerveza —

¿Qué pasó? — le pregunté con voz ronca de recién despertado
— ¡Al fin lo hice!
— ¿Hiciste qué?
— ¡Me la di!
— ¿Qué?
— Me la chimé pues...
[me restregué la cara]
— Vení, salgamos mejor así me contás bien porque no te entiendo nada.

Salí del cuarto. No tenía idea que horas eran pues las oscuras sábanas de animalitos cubrían estratégicamente las pocas entradas de luz y no habían relojes a la deriva como para saber cuántas horas llevaba durmiendo. Por el ardor de mis ojos hinchados supuse que no habrían pasado más de 4 horas en ese catre polvoriento. 

El sol costeño de la mañana me castigó mis ojos nomás abrí la puerta y sentí como el calor me aplastaba. Necesitaba agua más que nada en ese momento.

— Pues si, no pues que la ibas a dejar en paz y que mejor buscabas otros culitos y no sé que más putas que me dijiste ayer.
— No sé... Estaba a verga de plano. Tal vez sigo bolo, pero, ¡pela mano! Te lo juro, estoy tan feliz que podría llorar. Tenías razón, uno tiene que luchar por lo que uno quiere.
[estaba escéptico... Y un poco celoso, pues fue mi crush algún momento]
— Y contame. ¿cómo fue, qué hiciste o qué le dijiste?
— Ah, mano, ahí te cuento otro día. Mejor echate un trago conmigo para celebrar.
— No, quiero seguir durmiendo.
— Hueco sos... Pero sin paja mano, estoy tan feliz que podría llorar, así SIN PAJAS.

Supongo que ella también estaba feliz, porque lloraba a la orilla de la piscina y tomaba directamente de la botella.

martes, 7 de abril de 2015

Poner fotos con tu hermanito o sobrinito no nos permite sabrosearte

Desde que descubrimos que el Internet era más que la 'Super carretera de la información', nos hemos encargado de propagarlo con sexo, porno y sitios para ver pono en vivo o tener sexo. 

No importa si es para ver a un sexy rumana masturbarse frente a la cámara por diez dólares la hora, un blog chapín mostrando vaginas peludas tomadas de algún cel hueviado o tu selfie adentro del carro con lentes oscuros. Gran parte del Internet ES o está ALTAMENTE influenciado por el sexo. Es la última herramienta que necesitábamos para la liberación sexual — aunque algunos no la hemos utilizado correctamente y sigamos siendo vírgenes —

Y es de las fotos, en especial de las selfies de las que quiero hablar. Un tema trillado, tan trillado que alguien decidió hacer de nuestra estupidez un hit. Es probable que si revisara en cualquier álbum de fotos encontrara al menos un plato de comida (probablemente un ceviche, un churrasco o chicharrones acompañado de una chela) la foto de un super-deportivo, la de un bebé horrendo que probablemente es tu familiar y más de 10 fotos tuyas entre las que puedo asegurar que están: una en tacuche, una en la playa, una haciendo alguna actividad extrema y una "random" en el caso que seas varoncito de Dios. Lo cual yo he hecho, pero entre más lo pienso, más estúpido se vuelve. ¿Por qué habría de ser impactante estar tomando chelas un jueves o estar entacuchado para la boda de algún pariente? No es que seamos los únicos que hayamos hecho eso.

Pero en caso que seas una hembrita viviendo en la próspera Guatemala la cosa se vuelve peor. Primero debemos aceptar, que CADA selfie tomada, es la forma más patética de buscar la aprobación de las mujeres y el halago por parte de los hombres. No por nada escogen SOLO la mejor selfie y borran aquellas donde se ven gordas, con papada, con ojeras, flojas, chiches caídas o más feas de lo que en verdad son. Buscan tanto el halago que nos hacen creer que son más bonitas socando cada foto con tantos filtros como les sea posible, tomándose fotos solo de sus ojos o boca, poniéndolas en blanco y negro, usando lentes oscuros tamaño-media-cara o poniéndolas boca abajo.

Y está bien. Nos gusta esas fotos porque nos gusta sabrosearlas. Nos gusta poder ver sus bikinis o esos vestidos pegaditos que las hace ver como salchichas mal-embutidas pero que igual nos excita. Ese es TODO el punto de compartir sus fotos bien maquilladitas y bien arregladitas, poderlas sabrosear para que les digamos "que lindas" o "qué guapa saliste en esa foto".
¿Cuántas horas no he perdido yo stalkeando a mi crush, a alguna novia o a alguna amiga? ¿Cuántos no han sabrosado fotos de conocidas con las manos metidas entre los pantalones? ¿Cuántas no suben fotos de ellas en ropa de gym solo para movernos el gusanito?

Hasta las gordas lo saben y lo aplican TAN bien, que solo se toman selfies de la cara... O desde arriba para hacernos creer que tienen unas xixotas y está bien... En serio que está bien, en nuestra calentura cualquier trocito de piel sirve para que intentemos invitarlas a salir, socarnos y quizás terminando enmotelándonos (aunque muchas veces nos manden a comer mierda)

Pero si algo está MAL, MUY MAL es tomarse fotos con sus hermanitos, hermanitas, primitos, primitas, sobrinitos o sobrinitas. Lo último que queremos ver cuando estamos deslizando las fotos con el pulgar de la mano izquierda es un niño. No sólo porque nos baja el poco mosh que sus fotos con Retrica nos pudieran estar inspirando, sino porque si no las conocemos podríamos creer que son sus hijos.

Y si las estamos sabroseando con la vista es porque queremos sabrosearlas en la vida real. Agarrarles las nalgas, apretarles las boobs, manosearlas, cogerlas, chimarlas o hacerles el amor según prefiera cada una. La imagen de un niño inmediatamente nos hace pensar que es una mamá soltera que le va a decir que sí a cualquiera que tenga la capacidad de mantener al chiris del cual el mero tata no quiere saber nada. Y no vengan con la excusa de verse "mas cute" porque solo las hace ver más viejas.

Así que POR FAVOR, POR FAVOR, no se tomen fotos con niños, no sólo porque son feos sino porque no nos permite sabrosearlas a gusto.