— Buenas tardes. Vengo a cambiar estos zapatos. Los pedí talla 9, me los probé pero no me entra el pie
— Déjeme ver
[pone la caja de Reebok sobre el mostrador. La vendedora de polo azul abre la caja, saca un tenis, lo inspecciona por fuera, mete la mano y saca una bolita de papel]
— Aquí está, mire, no le había quitado el papel
— Agh... Que pena, diculple oye, no me fijé y me los tallé varias veces en la casa
— Jaja (idiota) no tenga pena, no es molestia
— Si hasta varias veces me los probé y pensé que qué raro que no me entraran, les aflojé las cintas a ver si era eso... No había notado el papelito
Diciembre, gracias por darme una de esas historias cortas llenas de humanidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Dale, comentá sin pena