La utopía de la paz

- Pinta como quieras y muere feliz
Henry Miller

Al final del día nos damos cuenta que todo termina en algo sin resolver, en un problema. Algunos
más desafortunados que otros y otros más preocupados que nosotros.

Ya había dicho antes que nadie se escapa de los problemas y eso es algo que no va a cambiar hasta que alguien tenga la solución mágica que resuelva todos los problemas del Universo. Habrá que esperar pacientemente por nuestro salvador.

Los grandes líderes del mundo, a través de la Historia enfrentaron problemas serios; guerras con otros países, batallas internas, decisiones difíciles, muertes heróicas, amores imposibles y miles de problemas más, pero que sin estos, hubieran sido tan trascendentales como alguien que se duerme en la camioneta, hace cola en el supermercado o va al puerto para Semana Santa; es decir, una cifra más: un peatón, un conductor, un vecino, una persona simplemente.

Un 'Che Guevara' sin enemigo hubiera sido solo otro idealista perdido en la jungla, así como un 'Bin Laden' sin Guerra Contra el Terrorismo hubiera simplemente otro musulmán armado hasta los dientes y un 'Bob Dylan' sin Vietnam, no habría sido mayor cosa.

Lo peor del caso, es que muchas veces, una nube de problemas nos está esperando a la vuelta de la esquina y como puede que tengan razón, puede ser que se ellos sean los equivocados y no yo, al decir que eso es lo que le da sabor a la vida. De ser así, no imagino cuan sabrosa ha de ser la vida de un narcotraficante; y es que al final una vida rosa no es una vida vida sin problemas. Es una vida fácil de vivir.

Hasta el mismo Arzú peleó por la Paz, al menos eso me contó mi libro de texto. La mentira, es que no siguen habiendo guerras, violencia ni antivalores contemporáneos -Honestamente, la infidelidad ya no suena como gran ofensa hoy en día-
Va más allá de intereses personales, llega a niveles interiores del Ser Humano en el que si no encontramos Paz interna, la Paz externa será algo inalcazable.

Al querer ir en dirección diferente, surgen los problemas. Esos que tanto odiamos pero que terminamos viviendo para ellos. Esos mismos que algunos llaman retos, otros lo asocian con montañas y otros terminan diciendo que son metas: Los que no nos dejan dormir, pero nos hacen respirar aliviados.

Si los problemas son los que le dan sabor a la vida, quizás habrá que tratar una vida insípida pero pacífica, hasta que alguien note que no le gusta eso y peleará contra esa idea de la Paz, creando un problema que desencanedará otro y terminemos en el tan esperado caos apocalíptico. Los medios estarán felices de saber que tienen una gran noticia.


Mientras tanto, pinta como quieras y muere feliz.