domingo, 16 de febrero de 2014

Cómo usar Google Music fuera de EEUU (En Guatemala)

Google Music es un servicio de música creado por Google en donde toda la música almacenada en nuestras librerías, se puede reproducir en línea desde otro dispositivo.

Actualmente hay muchas alternativas para escuchar música desde nuestros smartphones. Personalmente, me gusta usar Grooveshark en la oficina y algunas veces Deezer cuando no tengo mi obsoleto iPod Nano en el carro.

También está Jango y Spotify que nunca he usado. No sé que tan buenas alternativas serán, sin embargo, Deezer y Grooveshark tienen algunas desventajas. Tanto Grooveshark como Deezer no tienen todas las canciones de todos los artistas (Por ejemplo, King Crimson en Deezer o Pink Floyd en Grooveshark). Obviamente, tampoco están todos los artistas nacionales, no me refiero a los grandes artistas nacionales, sino a los emergentes.

No soy exigente excepto con la música. Me gusta descargarla desde Soulseek porque me permite elegir la calidad. Generalmente descargo archivos a 320kbps o .flac si están disponibles. Su peso lo vale. Ni Deezer ni Grooveshark tienen cacniones a 320 o .flac. La mayoría está entre 128 y 256 lo cual, está bien para "el rato", pero no para siempre.

Google Music ofrece un servicio gratuito y un servicio de paga. Yo les explicaré cómo hice para usar Google Music estando fuera de Estados Unidos, la versión estándar que permite subir hasta 20,000 canciones.

Es necesario que tengan una tarjeta de crédito. El cobro será de US$ 0.00 y no sé porque Google pide que tengamos tarjeta aunque no se cobre nada.

1. Primero, hay que descargar Hotspot Shield. Con Hotspot Shield también podrán ver Netflix de Estados Unidos o usar Pandora (si tienen suerte). Luego de descargarlo, siguen el procedimiento para instalarlo.

2. Una vez descargado e instalado Hotspot Shield verán un pequeño ícono en la esquina superior derecha de su pantalla. Para que funcione, tiene que estar en verde. Si está rojo, está desactivado. Para activarlo, sólo hay que hacer clic sobre ese ícono y hacer clic en "CONECTAR".

3. Con Hotspot Shield ya conectado, nos dirigimos a Google Music (music.google.com). Es vital tener una cuenta de Google asociada para hacerlo funcionar. Si en este punto, aparece un error que Google Music no está disponible para Estados Unidos, desconecten Hotspot Shield y vuelvan a intentarlo.

4. Ingresamos nuestro usuario y contraseña de alguna cuenta de Google. Una vez hecho esto, en el sitio de Google Music aparecerá un mensaje dándonos la bienvenida a este servicio.
Hacemos clic en "Aceptar y continuar".

5. Si están dispuestos a pagar casi 10 dólares al mes, esta explicación no es para ustedes. Yo elegí la opción estándar haciendo clic en el botón de "comenzar con el servicio estándar".

6. Luego saldrá un mensaje para configurar la cuenta. Al hacer clic en el único botón ahí, desplegará un mensaje donde hay que poner la siguiente información.

7. Seleccionan Estados Unidos como país

8. En dirección utilicé la dirección de P.O Box de CPX. Si tienen su propio P.O Box pueden utilizar esa dirección. En caso que no tengan, pueden utilizar esta dirección:

10914 N.W. 33rd STREET  Suite 115,  Doral,  Florida

9. El Zip Code de esta dirección es 33172

10. No es olbigatorio que tengan una tarjeta de crédito internacional, pero si deben tener una tarjeta de crédito. Yo usé una Visa Classic emitida por el Banco Industrial. Recomiendo esta tarjeta si necesitan un crédito extra. El límite es de US$ 200.00 lo cual está muy bien si ganan una miseria como yo.
11. Regresando a lo importante. Llenan los datos con el número y fecha de vencimiento de su tarjeta. Si desean recibir más información, marquen las 2 casillas.

12. Una vez aceptada la tarjeta, Google Music ya estará listo para usarse.

13. Lo único que queda por hacer acá es descargar el Google Music Manager. Con este administrador de música podrán subir hasta 20,000 canciones  que luego podrán reproducir en smartphones con iOS o Android.

14. Para que funcione en el teléfono, deberán descargar la aplicación ya sea desde la App Store de Apple o desde Google Play, si tienen Android.  Una vez cargada toda la música con el Google Music Manager, la dan la opción "actualizar" en el teléfono para que cargue toda la música.

¡Listo! Así fue como le hice para tener Google Music y escuchar el mejor black metal y dembow de mis playlists.

Enjoy ;)


jueves, 13 de febrero de 2014

Estar en la lona y equivocar el camino (IV)

I might be wrong.
I could have sworn I saw a light coming home.
I used to think there is no future left at all.

Open up, begin again.
Let’s go down the waterfall, think about the good times
 and never look back
What would I do?
If I did not have you?
Open up and let me in.
Radiohead - I Might Be Wrong

Está mal ser infiel, pobre, sancarlista, bebedor, evangélico, demócrata, rojo, monógamo, rico, vago, capitalista,  virgen, rockero, hondero, gay, machista, mujeriego, tatuado, caballeroso, perforado, armado, solitario, católico, jugador, misionero, republicano, esposo, voluntario, fiel, policía, cualquier variable humana está mal (para algunos, para todos, para nosotros mismos).

Nacemos bajo la premisa que nadie es perfecto, solo Dios, el cual su misterio no deja de ser bueno y malo. No deja de ser acertado pero incorrecto.  Estamos destinados y predispuestos a la falla. El paraíso y la manzana de la discordia es el orígen de alguna historia imposible pero creíble.

Errar es de humanos. De los errores se aprende. Fuiste un error. Error muestral. Error tipo I. Error de conexión. Error relativo. Pecado y terror. Error gramatical. 404, Error, error, error. De los errores se alimenta la incoherencia y de la incoherencia se alimenta la humanidad.

Nunca nadie estará de acuerdo con todos, y eso otra vez está mal... Normal. Avanzamos sobre errores y en la marcha tamizamos los errores previos para crear otros nuevos y al final, esa imperfección, esa incoherencia y ese ímpetu defectuosos de equivocaciones confusas son nuestro motto para mejorar, para elegir, vivir y avanzar. Avanzar en nuestra filosofal senda de errores que inocua y poéticamente llamamos vida.  Corríjanme porque me equivoco.

La emoción elige sobre la razón y está mal, pero se siente bien.

Por eso elegimos perdonar a quien nos lastimó, herir a quien no se lo merece, trabajar para sobrevivir, amar con placer, odiar sin rencor, hincarse para rezar, tomar para olvidar, confiar sin ver, vomitar para  no engordar, permanecer en este infierno paradisiaco. No suicidarnos. No matar. Cualquier verbo.

En fin. Quizás yo esté equivocado...

lunes, 10 de febrero de 2014

Estar en la lona y equivocar el camino (III)

She had black hair like ravens crawling over her shoulders all the way down.
She had a smile that swerved; she had a smile that curved.
She had a smile that swerved all over the road.
It's all wrong, all wrong.
All wrong, all wrong
[...]
And when she laughs I travel back in time.
Something flips the switch and I collapse inside
It's all wrong, all wrong...
Morphine — All Wrong

La última vez que me subí en un Transmetro estaba a punto de convertirme en bachiller en ciencias y letras de un colegio católico. En aquel entonces, creía con furia irracional que el camino a seguir, el camino correcto, era el del llamado comunismo. Los verdaderos rebeldes son los que se quejan del sistema desde sus smartphones. Chinches, lacras, personas de buen corazón que creen en el cambio, vagos desconocedores, buenas personas. Lo importante de creer en el socialismo no radicaba en el poder corrupto del dinero sino en la igualdad como sendero a la felicidad. La solución era la rebeldía y la USAC y pertenecer al grupo de vagos bochincheros bohemios y borrachos maleducados al cual creía pertenecer. La hoz y el martillo es una broma y una de muy mal gusto. Claro, es más fácil creerse revolucionario cuando hay unos viejos que le dicen "sí" a todo, aunque andés patinando entre la avenida de la mierda y la calle de la amargura.

Sufrir como pobre es peor que sufrir con algo de dinero en la bolsa. Hasta que no gasté dinero que no tenía para intentar chapotear en un estilo de vida que no me corresponde comprendí que si bien el dinero no es felicidad, esta se construye con martillos capitalistas comprados al 35% de descuento en la ferretería que también es farmacia y que también es librería. El martillo y la hoz sigue siendo una broma de mal gusto. Es un error quedarse en este país y más grave error es quedarse sin intentar sumergirse en la superficie de esos billetes con las caras de unos personajes anónimos. Bien sabían quienes diseñaron los billetes que Tecún Umán no llegaba ni a uno, era café y hacía el intento de ser algo valioso en grandes cantidades. Pero, ¿Qué se yo sobre historia? Lo poco que aprendí y me recuerdo me informan ahora que no era cierto, que Tecún Umán quizás nunca existió y es una ofensa para todos los líderes indígenas que manejan 4Runners hablar bien, o hablar mal o hablar sobre los indígenas en general. Es incorrecto porque nosotros los ladinos estamos equivocados.

Los cuartos apuñuzcados; el olor a sudor; las láminas silvando por las noches; la preocupación de no tener dinero; la tranquilidad de ser honrado. Transformarse en gusanos, sardinas y tigres para transportarse, está muy mal. Sin importar que camino tomemos, siempre estaremos mal. Ser pobre está mal para los ricos, ser rico está mal para los pobres. Unos creen que los otros no se esfuerzan lo suficiente y los otros creen que los unos no comparten lo suficiente.

martes, 4 de febrero de 2014

Estar en la lona y equivocar el camino (II)

La falsa utopía de un mundo perfecto se hundió hace unos días 
en un baño infecto políticamente decente y correcto.
Sos un policía, sos como un insecto.
Flotás tranquilo y seguro alrededor de la mierda.
Te veo andando derecho resbalando por izquierda.
No existe nadie que sepa ninguna cosa en la tierra,
y si estás libre de dudas tirá la primera piedra.
Fito Páez — Desierto


La lista no es extensa, pero algunas se equivocan al fijarse en mí. Se equivocó la psicóloga, la ingeniera, la desempleada, la estudiante, la gorda, la drogada y la borracha y la artista y la tatuada y la que no me besó y las otras que ahora no recuerdo por cargar unos shots de más sobre el ingenio. De cualquier forma, puede ser que yo quien esté mal por haberme fijado en todas ellas.

Cuando tenga 60 años y me de cuenta que a esta edad estaba equivocado, espero poder escribir sobre cientos y cientos de mujeres como lo han hecho otros (verdaderos) escritores. Voy a escribir con vicio sobre mis apretados éxitos, mis múltiples fracasos y más que nada sobre las infinitas incomodidades por mi carencia de habilidades sociales generales que injustificadamente son parte del encanto que intento vender a los clientes que no me compran. Nunca he sabido a que mujeres saludar de beso y a que mujeres de mano (intento no saludarlas la mayor parte del tiempo). Muchos creerán que es machismo, pero es confusión simple y plana. Aún no estoy seguro a quien debo interpretar en un funeral. No sé si debería saludar a los papás de mis amigos cercanos con la mano extendida y los dedos viendo hacia enfrente, esperando un fuerte y varonil apretón de manos o con los dedos hacia arriba esperando un saludo poderoso, juvenil y despreocupado. Saludar haciendo contacto física a las personas que no conocemos está muy mal. ¿Por qué no podemos limitarnos a agitar la mano y decir "hola"?.

Hay pocos clientes pero es una temporada buena. Hay mucho trabajo y eso es bueno. Solo el trabajo produce riqueza. Nunca está demás tener los pantalones bien puestos para cobrar lo trabajado. Ojalá mis escasos clientes tuvieran la decencia de pagar sin que yo esté sobre ellos reclamando cifras de dos dígitos. Cuatro dígitos en el mejor de los casos. Malditos clientes, quieren trabajos perfectos y que nunca se les cobre ni un centavo. Es una ofensa para ellos cuandos reclamo cien pavos por un trabajo que entregué a las 5 de la mañana por ser de suma urgencia. Están mal. Estoy mal por no saber cómo hacer negocios como los grandes pseudo-empresarios.

lunes, 3 de febrero de 2014

Estar en la lona y equivocar el camino (I)

I took the wrong road that led to the wrong tendencies
[...]
It was the wrong plan 
In the wrong hands 
With the wrong theory for the wrong man 
The wrong lies, on the wrong vibes 
The wrong questions with the wrong replies 
Depeche Mode - Wrong

Por aquí todo está mal; por acá TODO está equivocado, allá todos somos los incorrectos. Paso mis temporadas equivocado. Algo tendrá que ver mi incoherencia con las filosofías baratas que florecen en mi espíritu de bolo necio. Las he adaptado como los legos fundamentales que constituyen lo que quisiera ser. Es mi culpa por ser tan influenciable, por creer que si acepto y abrazo mi incoherencia como parte de mi encanto, seré librado de toda culpa. No quiero ser culpable ni responsable de mis acciones. Mis hombros caídos de niño melindroso y consentido no aguantan con tanto peso. 

En algún lugar leí que los pobres son pobres porque quieren. Unos idealistas equivocados, con ideas equivocadas viviendo en el país incorrecto desatan un terremoto de opiniones sobre lo equivocado que están los marroquinianos. Quejarnos, generalizar y creernos individuos únicos es algo en lo que somos expertos, además de ser auténticas chinches en todas y cada una de las ramas en las que practicamos las relaciones de poder. Los que opinan lo contrario también están equivocados.

No deja de ser una temporada buena. Confusa como las anteriores temporadas, pero muy buena. Mi experiencia con el amor recalentado no fue tan gratificante en el pasado y lidiar con más de 2 ciclos menstruales es un malabar que todavía no he perfeccionado. Está muy mal, sin embargo es una buena temporada, muy buena.

Culpo a los astros por mis eternas contradicciones. Odio el tomate pero amo el ceviche.  Así como ella, quien si re-calentó en clave de sol un cariño de papel, odia las relaciones largas pero desde hace ya varios años jugamos a un vaivén de despedidas fugaces y temporadas de reencuentros pasionales. Por eso he de pasar  mis temporadas aturdido y equivocado. 

O la dulce extraña que me invitó a bailar cumbia, tomar varios litros, hacer giros inesperados y terminar en un callejón, compartiendo intensa ternura entre todo el caos alejado del núcleo de un centro histérico decidido a no morir sin pelear. Tanta confusión me hace mal, me envenena. No entiendo porqué le he gustado tanto desde hace tanto tiempo —Me gustás y te deseo, pero no tanto para amarte— me dijo—. Eso está mal, pero estar determinada a no amarme está muy bien pues tan solo soy otra contradicción que el sistema funciona.

Rechazar a una y aceptar a la otra está mal; rechazar a las dos fuera malo para mi ego; y aceptar a las dos fuera peor para los tres. Eso me hace pensar que quizás algunas cosa vienen prefabricadas para fallar. Algo así como las casas de un Techo Para Mi País: las construyen con todo el  entusiasmo del (tercer) mundo pero ninguno viviera en una de esas casas. No puedo culparlos, yo también soy incoherente y melindroso.