lunes, 10 de febrero de 2014

Estar en la lona y equivocar el camino (III)

She had black hair like ravens crawling over her shoulders all the way down.
She had a smile that swerved; she had a smile that curved.
She had a smile that swerved all over the road.
It's all wrong, all wrong.
All wrong, all wrong
[...]
And when she laughs I travel back in time.
Something flips the switch and I collapse inside
It's all wrong, all wrong...
Morphine — All Wrong

La última vez que me subí en un Transmetro estaba a punto de convertirme en bachiller en ciencias y letras de un colegio católico. En aquel entonces, creía con furia irracional que el camino a seguir, el camino correcto, era el del llamado comunismo. Los verdaderos rebeldes son los que se quejan del sistema desde sus smartphones. Chinches, lacras, personas de buen corazón que creen en el cambio, vagos desconocedores, buenas personas. Lo importante de creer en el socialismo no radicaba en el poder corrupto del dinero sino en la igualdad como sendero a la felicidad. La solución era la rebeldía y la USAC y pertenecer al grupo de vagos bochincheros bohemios y borrachos maleducados al cual creía pertenecer. La hoz y el martillo es una broma y una de muy mal gusto. Claro, es más fácil creerse revolucionario cuando hay unos viejos que le dicen "sí" a todo, aunque andés patinando entre la avenida de la mierda y la calle de la amargura.

Sufrir como pobre es peor que sufrir con algo de dinero en la bolsa. Hasta que no gasté dinero que no tenía para intentar chapotear en un estilo de vida que no me corresponde comprendí que si bien el dinero no es felicidad, esta se construye con martillos capitalistas comprados al 35% de descuento en la ferretería que también es farmacia y que también es librería. El martillo y la hoz sigue siendo una broma de mal gusto. Es un error quedarse en este país y más grave error es quedarse sin intentar sumergirse en la superficie de esos billetes con las caras de unos personajes anónimos. Bien sabían quienes diseñaron los billetes que Tecún Umán no llegaba ni a uno, era café y hacía el intento de ser algo valioso en grandes cantidades. Pero, ¿Qué se yo sobre historia? Lo poco que aprendí y me recuerdo me informan ahora que no era cierto, que Tecún Umán quizás nunca existió y es una ofensa para todos los líderes indígenas que manejan 4Runners hablar bien, o hablar mal o hablar sobre los indígenas en general. Es incorrecto porque nosotros los ladinos estamos equivocados.

Los cuartos apuñuzcados; el olor a sudor; las láminas silvando por las noches; la preocupación de no tener dinero; la tranquilidad de ser honrado. Transformarse en gusanos, sardinas y tigres para transportarse, está muy mal. Sin importar que camino tomemos, siempre estaremos mal. Ser pobre está mal para los ricos, ser rico está mal para los pobres. Unos creen que los otros no se esfuerzan lo suficiente y los otros creen que los unos no comparten lo suficiente.

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