miércoles, 16 de marzo de 2011

Cuadernos y correctores de vida

Extraño el pasado.
Todos los cuadernos están desordenados; mejor dicho, mi único cuaderno es un desorden. Formado de notas aleatorias incompletas y tachadas con lapicero de un sólo color: negro. Pudiera escoger cualquier color, pero es el estándar.
A los márgenes siempre hay dibujitos y creaciones de un imaginativo sin creación, de un creativo sin recursos o de un pintor sin vocación. Me enseñaron que los márgenes son para respetarlos, cualquier cosa fuera de ellos solo sirve para distraer y está mal, pero como ayudan a hacer más interesante lo "esencial" de la hoja.

Te extraño.
En mi escritorio de cotidianidad hay una montaña de notas mentales, post-its y memos apilados me recuerdan que debí cancelar y triturar la planificación del proyecto "futuro de a 2" y presentarme un informe que concluya con "superalo y avanzá" firmado y autorizado por el jefe tiempo. Pedí una prórroga a Recursos Emocionales, aún trabajo en eso. Según la contabilidad de Vida, sin el sello del departamento Años y Golpes Inesperados, no me lo pueden acreditar a la cuenta de karma ni ponerlo en los activos de felicidad. Por suerte he estado ahorrando sueños y comiendo sanas esperanzas. Algunas veces me lleno y termino vomitando depresión.

Entre mi lista de cosas por hacer y comprar está un corrector de vida. Siempre que entro a una experiencia nueva le pregunto a los amigos y compañeros del lugar si no tienen uno, aunque siempre es en vano. Me han dado réplicas e imitaciones muy buenas que dejan de funcionar al poco tiempo y la verdad es que algunos están más preocupados atendiendo asuntos internos de administración personal que relaciones públicas que no los culpo, pues con salarios de enojos y bonificaciones de frustraciones yo también lo haría.

Algunas veces y sin esperarlo, un vendedor o vendedora, sale de la nada y me ofrece sustitutos tan buenos como el original. Los examino, me entusiasmo, los pruebo y los compro. Al poco tiempo me doy cuenta que sus intenciones estaban vencidas o que simplemente no era lo que buscaba... Igual de difícil es encontrar una ganga de libertad en tamaño XL.

El pasado.
Viajando de regreso a mi casa en sueños a mundos paralelos (soy ciudadano de un país imaginativo e inexistente) siempre veo vallas y mupis que anuncian tiempos mejores. Sigo extrañando cuando las cosas eran más simples: con menos se podía vivir más. En mis tiempos la felicidad costaba menos de una navidad en familia y la aceptación se pagaba con un saludo. Ya nada es así.

Vuelvo y pienso, que tal vez lo que necesite no sea un corrector, sino un nuevo cuaderno donde pueda escribir una nueva línea de tiempo. Necesito contabilizar éxitos, fracasos y lecciones valiosas.
Un cuaderno nuevo donde los dibujos sean lo esencial y las notas estén al margen.
Un cuaderno decorado según lo dicte mi imaginación.
Un cuaderno propio... un cuaderno nuevo. Un cuaderno que estará en blanco, hasta que termine el que se supone debo seguir escribiendo.


1 comentario:

  1. :) que bueno está... fue de esas lecturas que lo hacen a uno sonreír pero a la vez reaccionar, eso mezclado con movimientos de cabeza asintiendo porque me identifiqué :) haha yo siempre tengo dibujos por todos lados de la hoja :) y luego cuando releo mis notas me sacan una sonrisa o me hace revivir el momento de cuando lo escribí :) le da EL TOQUE ;D jaja Creo que yo seguiré con el mismo cuaderno :) total me parece más interesante que se perciba el crecimiento...la evolución :) buena onda x el comment ;D ahorita estoy cacho ocupada y mira la hora :O haha pero leeré más posts después ;D

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