miércoles, 2 de octubre de 2013

Esclavo de la mentira

La realidad no es un lugar en el que quisiera vivir. Quisiera vivir en un paraíso plástico, donde los carros nuevos y brillantes se paseen de un lado a otro en grandes carreteras a la orilla del océano.

Un lugar donde el sol sea sólo para broncearse y el calor solo para sudar. Un lugar donde las mujeres tengan cuerpos plásticos y cerebros de plasticina. Mujeres que regalen noches de placer a cambio de una botella de vino y un matriomonio a cambio de una mansión.

Que se entreguen en cuerpo y alma, porque no su cuerpo lo es todo y no tienen alma. Quiero vivir en un lugar donde la verdad y la miseria no coexistan.

Quiero vivir una mentira que me haga completamente feliz.

1 comentario:

  1. La parte de mujeres de plástico con cerebro de plasticina ya es verdad. Solo buscá un poco más, seguro eso sí lo encuentras.

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