miércoles, 28 de octubre de 2009

Carretera Al Infierno -Para que lo recuerde

Había ido a la universidad como lo hacía algunos viernes, no para ir a clases sino para poder juntarse con sus amigos, fumar un poco, ir a la casa de su mejor amigo a experimentar con marihuana más un garrafón de agua pura y una cubeta con agua y tomarse uno que otro vodka con Red Bull. Le gustaba la sensación de sentirse fuera de sí y luego regresar eufóricamente.

No era millonario ni era pobre, vivía cómodamente. Él siempre había tenido una afición por los autos "americanos" y de motor grande así que le pidió a su papá un Mitsubishi 3000gt ese que venía con un Twin Turbo para su cumpleaños que aunque no era un 'Muscle Car' era de su agrado.

Su papá sin cuestionarlo mucho se lo dio como regalo de cumpleaños quizás porque después de 11 años de divorcio él todavía se sentía culpable; esto fue más o menos un mes antes que dejara a su amor un recuerdo para que nunca lo olviden.

Era alguien diferente, trastornado, triste y con razón pues cuando era niño no hubo muchos momentos felices, eran más bien grises hasta que él creyó haber encontrado a la luz de su vida, esa persona que lo sacaría de su sufrimiento y que lo hacía soñar en un futuro brillante como los de película. Así fue por casi un año hasta que ella entró a la universidad. Todo cambió, ella ya no era la misma, ya no era su musa, ahora era su rival que necesitaba para desahogarse y vivir. Vivían en una realción de amor-odio.

Luego de fumar, pensar, ir y regresar, criticar, solucionar, soñar y volver a regresar se fue de la casa de su amigo hacía la casa de su novia. Iba tranquilamente por las calles llenas de carros que parecían cucarachas multicolores, iba divagando, pensando en ella y él, avanzando.

Todo ocurrió como solía ocurrir: saludo, beso, abrazo, entrar, acomodarse, volverse a saludar, hablar, discutir, pelear, pelear y pelear. Las peleas siempre eran las mismas y por las mimsas razpones: él ya no era lo que ella quería y ella ya no era como él quería. Cuando ya no hubo más argumentos, ella le dijo "es muy difícil, pero he estado pensando y tenemos que terminar esto. Es lo mejor para los dos. Siempre te voy a querer y recordar por lo que sos -casi en llantos- ojalá podamos seguir siendo amigos" y termina con una clásiquisima frase que han explotado en las comedias románticas "Es que no sos tú, soy yo" y le agrega un "no sé que me pasa"

Enojado, triste y desecho salió de la casa de ella hacía su casa en Carretera A El Salvador. Cegado de ira atravesó la ciudad haceiendo imprudencias, queriendo llegar a su casa y terminarse su marihuana y su vodka que había sobrado. Ni Nirvana ni Rage Against The Machine o Placebo podían decir como se sentía.

Pasó el tráfico de la ciudad/carretera y vio la carretera vacía, pensó en ella y en el mundo que conocía, pensó en las últimas palabras de ella, pensó que esta sería su nota y su acción suicida a la vez.
Bajó marcha a segunda y las revoluciones subieron a presión, el acelerador a fondo, el turbo haciendo "puff", tercera, cuarta, quinta, línea recta, rebase de carros, 170 km/h 214 km/h. . .

Él siempre había dicho que crearía una obra de arte y esa fue su única y mejor obra, la de metales rojos retorcidos y comprimidos.
Ella todavía tiene pesadillas

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Dale, comentá sin pena