Todo empezó (sin sexo, drogas o vino... Casi) cuando estaba yo disfrutando del concierto de Kansas al que fui solito porque ninguno de mis amigos o novia, bueno ex, quería ir conmigo por cuestiones de tiempo o dinero.
Para matar un poco el tiempo y/o el dinero y para tener algo más con que entretenerme solito pedí una cerveza que costaba Q.30.00. La pedí, pagué porque sólo así las llevaban y se tardaron un montón el llevarla pero al fin me la llevaron; me la tomé y todo fresco hasta entonces.
Vine yo y dije para mis adentros "ah, que pisados, pidamos otra" pedí la segunda solo que esta vez me atendió un mesero, le pagué y todo y pasaron 10, 20, media hora y nada... Fui a la barra a ver que había pasado y saber... Nadie sabía nada... Me atendió un don todo mal-encarado, prepotente y altanero que parecia más "guarura" que alguien importante representando a Crowne Plaza el que no quizo hacerse cargo de la situación cuando le pedí el Libro de Quejas de la DIACO, se desentendió y entre miedo disfrazado de enojo me dijo que fuera con otros señores que estaban ahi. Me preguntaron que qué se me ofrecía y les dije que quería El Libro de Quejas (se quedaron como ¿qué re-fucks es eso?)
Nadie quizo hacerse cargo, así que los denuncié en la DIACO y en la SAT por no dar factura e incluso hasta logré hacer que tuvieran una citación en el Registro Mercantil a la que todavía no han llegado... ¿será miedo?
Mi nuevo propósito de vida es hacer que multen a Crowne Plaza, aunque sea una multa de 500 quetzales, no me importa, pero que paguen por ser una empresa LADRONA Y MEDIOCRE
Aunque el asunto no deja de resultarme un tanto gracioso, apoyo la iniciativa. Hay que hacerlos pagar por esa cerveza que jamás se entregó... o al menos que les quede ese mal sabor de boca por la mulada.
ResponderEliminarMe queda la duda: ¿será que prestan tan buen servicio que ni siquiera necesitan saber qué es un Libro de Quejas?
si, aqui en Guate las empresas al igual que el gobierno siempre quedan impunes, es algo general
ResponderEliminarjajajaja ojalá que así fuera. Lo que pasa es que muchas (y cuando digo muchas quiero decir la mayoría) no tienen el libro de quejas a la mano para evitar que la gente lo vea, en fin... Ojalá que el MINECO logré hacer algo por mi pequeño caso