miércoles, 21 de julio de 2010

Realidades de viajar sólo en avión

De las algunas veces que me he encaramado a un avión, quizás, más de la mitad las he hecho sólo, es decir, sin algún amigo o familiar que me acompañe.

En todas las veces que he viajado sin compañía, sin excepción alguna, siempre me han dicho "ah y quién quita que conozcas a una chavona" o cosas similares... No podrían estar más alejados de la realidad.

La primera vez, se sentó a mi par un señor que se pasó hablando lo maravilloso que fue la experiencia K-Mart para él. Hablaba del precio accesible de las chumpas, y lo barato que era el jugo de "cranberry" y que un K-Mart fuera lo ideal aquí en Guatemala.

Otra vez, quedé en medio de una 2 Hondureños. Desde el momento que tuve que tomar asiento me di cuenta que iba a ser un malo y largo viaje, pues una doña había ocupado MI asiento que daba a la ventana y ni siquiera la asafata la pudo mover. Cosas que jamás creí ver. Luego de la necesdad me empezó a hablar de no sé que estupideces, como la vez que compró un pavo en Texas y lo llevaba en el equipaje de mano -inserte cara de admiración aquí, ¿quién con sentido común hace eso?- y de cómo amenazó a los guardias de aereopuerto con que le devolvieran el dinero del pavo si lo llegaban a tirar a la basura.

Más sorprendente fue la vez que me tocó el asiento del pasillo, a lado de una anciana discapacitada, también guatemalteca, quién se pedorreaba cada 3,000 km con un olor denso, espeso, fuerte y cumplía con todas las características de ser lo que llamé desde ese día, un 'pedo enfermo'. Pero no termina ahi, me obigaba a compartir una galleta que ya de por sí se miraba horrible, asquerosa y vomitiba (cortesía American Airlines) y que estaba semi masticada en las orillas. Tenía hambre, hasta que vi eso. Para mi fortuna se terminó la galleta -Menos mal, pensé. Hasta que empezó a reventarse callos de los pies.

Después, nunca falta quién le diga a uno: pero los aviones son más cómodos que las Pullman

He ido a El Salvador en carro muchas veces y me he dormido desde que salimos hasta la frontera y después de Las Chinamas sigo durmiendo, pero en un avión nunca.
Si no es la turbulencia, es alguien que va al baño o las molestas 'meseras' aéreas que nos despiertan sólo para preguntarnos si preferimos gaseosa ó jugo de naranja ¿Cuál es su problema? Déjenos dormir.

Ir al baño... No sé de eso. Me dan miedo los baños de los aviones. O me aguanto hasta el aereopuerto o se me sale el pipí primero.

La única vez que por azares del destino me fui en clase ejecutiva, el vuelo fue tan corto que no pude disfrutar el viaje ni de estar en asientos verdaderamente cómodos. Tan corto que ni pude ver completo un DVD de Metallica y la única vez que fui a lado de alguien digamos, bastante bien, unos 2 años menor que yo, ella inteligentemente tomó pastillas para dormir justo después de despegar por lo que pasó dormida todo el 'camino', mientras que yo trataba de evitar al gordo de a lado que eructaba ruidosa y apestosamente hasta que mi iPod se quedó sin batería y tuve que sufrir 45 minutos de lo grandioso que era para él tener familia en muchos países.

Dentro de poco, volveré a viajar y más miedo que quedarme sin hotel o que esté lloviendo en mi destino es que otra vez alguien verdaderamente desagradable se siente a mi lado y entable conversación conmigo.

Es una pena que las bebidas alcohólicas sean tan caras.

2 comentarios:

  1. ahhhh man ¿Pedo enfermo? me kague de la risa!

    He tenido la suerte que mis vuelos han sido muy placenteros tal vez por que solo han sido 4 jaja!

    ResponderEliminar
  2. Algo que hay que vivirlo para entenderlo

    ResponderEliminar

Dale, comentá sin pena