martes, 16 de noviembre de 2010

La cura para la mediocridad

Sí, lo admito, soy parte del problema de este país por haber hecho muchas veces cosas mediocres. Una investigación, una salida con la ex-novia, una mala tarea laboral o lo que sea.

Y para ser mediocre, me puedo defender diciendo 'pero no soy el único'. Lo triste del caso pareciera ser que los chapines estamos entrenados de esa forma, para dar el mínimo y quejarnos al máximo. Por alguna razón todo en comparación a otras ciudades y países se ve tan deficiente: Las calles, el estado de los carros que manejamos, el servicio de transporte, las cosechas, el gobierno, el servicio al cliente; en la educación y salud no digamos... Comparando Haití pos-desastres-naturales con Guatemala-pre-desastres-naturales es alarmante ver que las cifras en educación con Haití son las mismas y en cólera, mayores para Guatemala, si no me creen, dense una vueltita por Google.

No vengo a apoyar a los de YO A+ (¿YO A- para los policías?) pero creo que si estamos así es porque en alguna parte de nuestro ser no queremos dejar del todo ser mediocres, es más, hasta me atrevería a decir que el Ser Humano tiene una ligera parte de mediocridad en su naturaleza, claro que Guatemala es el mero paraíso de ésta.

El caso PARLACEN ya se destapó, que bueno.

Los 'mediocres' decimos: "mejor tarde que nunca". Yo digo: "podría ser peor". Todos le agregamos: Es que Guate es una mierda. Ahí está la cura, justificarse.

No es que no podamos, es que algunos no quieren y a otros no los dejan.

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