Elotes cocidos para el alma

You are not your job.

You're not how much money you have in the bank.

You're not the car you drive. 

You're not the contents of your wallet. 

You're not your fucking khakis. You're the all-singing, all-dancing crap of the world.

Un vicio quita otro vicio me habían dicho, estaba aburrido y era un viernes como ningún otro. Siendo buen alcoholista deseaba un buen trago, como mal alcohólico no conseguí nada, así que fui a tirar mi dinero a una videolotería de coreanos y de mujeres psicóticas que le gritan a las máquinas. 

Lo único que quería era divertirme un poco y quizás ganar algo de dinero para comprar algo de tomar después. Ni siquiera fue una mala decisión, sino que fue más bien como una decisión insípida. 

Estaba aburrido viendo como mi maldito dinero se iba de cincuenta en cincuenta centavos -olvidé decirles que soy un apostador tacaño- y el tiempo apenas avanzaba, ya me estaba hartando. Jugué con los ojos cerrados, cambiaba cada 13 veces, 13 cartones creyendo que me daría algo de suerte, contaba los números, veía a los coreanos apostar de seis cientos en seis cientos y todo el ruido que hacía la máquina.

"ah sho, ya no voy a ganar nada." Esperaba ganar algo pero no fue así. Lo malo fue que perdí mi dinero, lo bueno fue que perdí el tiempo haciendo algo diferente que estar en 9gag, Facebook y Twitter viendo tele simultáneamente.

Pasé a comprar un six-pack para contentar mi noche y justo afuera de la Shell de camioneros un niño se mea acercó y me pide que por favor le comprar elotes cocidos. En mi mente dije... 'elotes cocidos no es lo que quisiera comprar, prefiero algo como rellenitos' 

Me volvió a insistir, que le hacían falta muchos... Y ahí es donde la conciencia y la realidad te mete un talegazo en el centro de tus emociones y te dice "sos una mierda, acabás de gastar un montón de pisto en shits y no queres comprar elotes cocidos que cuestan tres cincuenta"

-  Va, está bueno, ¿cuánto me das por esto?

sus ojitos se abrieron y salió brincando emocionado a sacar los elotes del canasto que aún los mantenía calientitos

Me estaba levantando del vergazo emocional que había recibido involuntariamente cuando me dice:

- si quiere le puedo poner 2 más

Auch... No sólo gasté menos de la mitad en los elotes que en el six-pack (y mucho menos que lo de la videolotería) a un niño que vive en condiciones precarias sino que de agradecimiento todavía me ofrece DOS elotes más. Hay que ser inhumano para no sentir un pinchazo en el corazón. 

Hubiera querido tener un juguete para regalarle, pero lo único que tenía era dinero bien habido para mal gastar.

Ahí es donde caí en la cuenta de lo basura que puedo llegar a ser.