domingo, 11 de marzo de 2012

La delgada línea entre la gente y "nosotros"




Empezaré con un "Aaagh... Guatemala, Guatemala, Guatemala" mientras bajo la vista y niego con mi cabeza. Son pocos los kilómetros cuadrados que he recorrido con mis gastados Vans cafés como para saber que sucede con el resto del mundo, pero puedo asegurar que hay una delgada línea entre lo bueno, lo malo, lo pésimo y "la gente".

Confirmo; puedo asegurar, que en algún momento de nuestra existencia, hemos dicho "es que la << gente >>" refiriéndonos al resto de nuestros similares como seres humanos egoístas que no ven más allá de su nariz. "La gente" no discrimina edad, sexo o nivel socio-económico. Lo irónico, es que 'nosotros' nunca pertenecemos a "la gente", sino a los que critican a "la gente".

En estos casos, una ilustración descrita vale más que mil palabras, así que ahí van unas cuantas:
No falta el vivo que para ahorrar tiempo y cortar paso en el tráfico, se mete donde pueda para salir más adelante. ¿Qué decimos nosotros? "La gente". Este ejemplo no sólo va para la cola del tráfico, sino en cualquier cola donde la gente trata de tomar alguna ventaja para no esperar [supermercados, pagos de inscripciones, conciertos, etc...]

No quiero creer que sea el único que haya llevado una botella para compartir a una fiesta y un grupo de extraños la consume completamente sin siquiera ofrecer un trago.

En el extraño y complejo mundo laboral NO puede faltar el compañero resentido que trata de hundir al  compañero más exitoso con el afán de ocultar su mediocridad y tristemente, es tan  común como los robos de celulares. En su categoría puede encontrarse dos especímenes más, igual de famosos: el lame-botas y el doble-cara. Tuve la oportunidad de conocer a algunos hace unos cuantos meses. Por cierto, fue fascinante ver las bestias en su entorno natural.

"la gente" es algo para no terminar y definitivamente, algo para encabronarse. Algunos dicen que es algo cultural, otros le llaman tener actitud, para mi puede ser un punto extremo de pelaverguencia pero sé que al final es una mezcla de todo, aderezado con egoísmo.

Agh, lo que acabo de opinar sonó tan "la gente" y es que gracias a la gente, lo bueno se ha convertido en malo y malo en peor.





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