miércoles, 27 de junio de 2012

Peronia, hard-rock city

Trabajaba en una agropecuaria para aquel entonces. Una agropecuaria importante, donde los viáticos y la buena vida era parte del estándar.

Mi mente se regocijaba con imaginar la grandeza y la diversión efímera de grandes fiestas llenas de sexo, drogas y el mejor tecno de 1993.

Nos íbamos casi cada 15 días a Tiquisate en avioneta o en helicóptero y ya desde ahí el viaje era tuanis. 
Ya sólo llegábamos, a picar la coca, ya tipo 3 de la tarde ya todos en chingadera, vergo de culitos, unos cerotes chimando en la piscina, otros tirados en la grama con la verga parada. Era otro nivel de demencia.


Una vez el ingeniero de la agropecuaria se fue a chingar allá y todo el camino, que era como media hora, nos bajábamos, fácil-fácil, dos de etiqueta roja. Llegamos y directo a la cantina del pueblo, vaa vos, y como vos sabés que en los pueblos, el putero está a la par de la cantina. Fuimos y sacamos a todas las putas, cien varas por cada una, puterío loco el que llevábamos, todas en el carro, ahí chupándole la verga a algunos, otros metiéndoles mano pero las pisadas eran vivas porque entre paja se daban 2 o 3 tubitos de coca.


El camino hasta la finca eran como unos... 5 kilómetros de terracería, jaja (recuerda la escena), los carros cuando los regresábamos, así sin mentirte, apestaban a la cuquita de las pisadas vaa, había polvo regado en el piso, el calzón de alguna puta colgando del espejo y buena chingadera.... Y las putas las pagábamos para el fin de semana, con los mismos viáticos que nos daban pagábamos las putas y la mota, ahí, los que siembran, vos solo vas y les decís que queres mota y te la venden.


Había un don, que en la parte de atrás de su casa, tenía unas plantonas, así de este alto, al aire libre. Saber qué habrá sido, pero le dabas dos jalones de esa mierda y ya andabas volando, por las nubes. Con lo mismo de los viáticos pagábamos todo, el libe, el hartazón, las putas, la mota... Buena chingadera, dos días de puras fiestas y orgías al aire libre.


Esa vez que iba el ingeniero nos dijo que cargaba... Estas que le dicen "calienta vacas" y que ponía a las wisas bien excitadas. Aquellas ya andaban hasta el culo de tanta coca y whisky que se habían sampado, pero vos sabés compadre que uno en sus demencias hace lo que sea. A la más bonita, le partimos media pastilla y se la llevamos en su trago y se lo tomó como la mitad de un sólo, al ratito, sin hablarte pajas ni ni mierda, la pisada empezó a denudar y las chiches bien paradas, puntiagudas. Todos creíamos que a la piscina iba pero la pisada va de tocarse la cuca estaba y ahí sin más fue uno de los que no estaba tan a verga, se baja el pantalón y se pone enfrente para que se la chupe y va de chupársela, pero la pisada lo que quería era recibir.


Has visto esas sillas de piscina, ahí pusieron a la pisada, bien caliente estaba y ya toda la mara bien a  verga, además recordate que son putas, ya ni gusto le han de sentir.
Entre 3 la pusieron y le daban peor que película porno. Se rolaban los lineazos mientras se daban a la puta y ella insaciable, mirá. Para decirte que éramos 7 y hacíamos tandas para rolarnos los hollos de la pisadita. Hasta las demás putas se quedaron como... En shock porque nunca habían visto que se pusiera así.


Y el cerote del ingeniero, le da la otra mitad a otra de las putas que andaban por ahí y que se pusieran a chimar entre ellas y empiezan y atrás de cada uno, 2 pisados dándoles por el culo. La primera ya le estaba pasando la calentura, pero la segunda que tenía unos menos de 20 gritaba como loca la pisadita y todos va de darle, algunos huevudos hasta chupándole la cuquita estaban. Ya le daba algo, al ratito se calmó y se quedó ahí en la silla y empezó a echar espuma por la boca.


Puta, ya nos tronamos a la wisita, pensamos todos. Los majes agarraron onda, menos uno que le seguía dando a la pobre pisada, ahí toda echa lata en la silla, con espuma en la boca. Al fin como que medio se dio cuenta y se quedó fumando en la grama.


Le dimos vuelta y entre 2 la empezamos a bombear para que vomitara y no vomitaba. Todos ya bien a verga, unos palideando, otro cerote salió corriendo, en bolas, con el chile parado y llega con una pala y nos dice "enterremos a la puta", en esas estábamos cuando al fin echó todo.... Y eso fue el viernes, el sábado se ponía más chingona la mierda. Mañana te cuento el resto de la historia, compadre.

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