lunes, 22 de julio de 2013

De cómo me convertí en villano sin audicionar

Soy la voz de la inexperiencia, el ejemplo abyecto de la infotruna colateral. Me convertí en el villano estelar sin audicionar y quedé atrapado en medio de una tormenta que fabriqué en un vaso de duroport mordisqueado después que el jugo de naranja y el hielo para el vodka se terminaran.

Quedé entre una espada y otra espada. Fui la frontera mensajera entre 2 Universos en conflicto por una disputa fantasma pero latente. Fui el intermediario de las malas noticias, las terribles interpretaciones y pésimas decisiones. Ahora, tengo que pagar con pérdidas, daños irreparables, una cuota de paz mental y una incertidumbre exquisita. 

Salí al balcón y fumé el último Lucky Strike rojo. Respiré hondo y saqué el humo por la nariz;  sonaba Harvest de Neil Young. Pensé en lo estúpido que esto se va a ver una vez terminé de escribirlo en este blog mediocre. En lo insulso, insípido, aburrido, personal e intrascendental que va a ser para los que tengan el tiempo y las ganas de leer las quejas de otro humano que toca el mismo leitmotiv irracional. A ningún habitante de este mundo le interesan las quejas personales al ritmo del blues. A ninguno excepto a aquellos 2 que dañé (espero). Puede ser que en otro mundo paralelo ordinario, donde los malentendidos sean poesía de empatía para los sordos y las razones transparentes sean películas para ciegos, esta sea una obra maestra, quizás una fotografía alucinante o una pintura con alma. Pero no, soy más bien como... Como un montón de palabras que pretenden una ósmosis purificadora que probablemente lleve involuntaria e implícitamente la intención de arruinar más un malentendido que está lejos de ser poesía.

Deseé con tantas fuerzas ser un anti-héroe que terminé siendo un villano, uno muy malo por intentar ser bueno. Es un trabajo difícil pero lógico. Admiro a Gru, al menos él tiene planes que funcionan —y criaturas amarillas que lo están convirtiendo en millonario—. Que quede registrado que nunca pedí ser el villano, simplemente ocurrió, así que mientras lo soy, voy a fantasear en tener una chumpa de cuero y una motocicleta ruidosa para viajar en una carretera, tan lejos, tan lejos que olvide de donde surgieron problemas que no ordené.

Si tuviera más ánimos, antes de irme en esa motocicleta ficticia sobre esa carretera imaginaria, para alejarme de los problemas reales, les dejara una carta de diferentes dimensiones a cada uno, con empatía ilimitada y disculpas infinitas. A cada uno lo quiero de maneras MUY diferentes, sin embargo a la persona a la que más quiero, es a mi mismo. 

Quiero que sepan que lo hice tan confuso, porque espero que NO me entiendan y que el día que se encuentren en una encrucijada, me recuerden como el ejemplo de que NO hacer. Por favor, jamás piensen en los problemas que sazonaron mi vida siendo intermediario de un pleito que se salió de control, entre un amigo y alguien con quien tengo una relación amorosa, por tratar de ser pacifista.  Para terminar con un final romántico, espero que este malentendido no los ofusque ni entristezca más. No se preocupen por mí, me voy a quedar otro rato en el balcón, tengo una chumpa que no es de cuero y la luna está hermosa.

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