No me preocupa ya no lograr mis metas de vivir en Río Dulce, ni manejar un Toyota Supra Twin Turbo o llegar hasta Chile como mochilero; sólo con un cuaderno, unos jeans y un arma.
Ahora que ya no estás aquí, he evolucionado amistades y ampliado camaraderías y ahora que cambié el humo de mi alma confinada en solitaria por urinarios rodeados de reggaetón ya no me comparo con otras personas cercanas, ni repudio el fútbol, ni las mujeres de pantalones y blusas llenos pero cerebros vacíos, ni mucho menos la plasticidad del mudo-ciudad en donde se obtiene lo que se quiere si se sabe pedir y se sabe ocultar.
No hay que estar muy ciego ni esforzarse mucho para darnos cuenta que este mundo está "fucked-upeado", lo lindo es verle el lado bueno, manosearle las nalgas cuando la vida da la espalda y tener una cuota de ética relativamente buena para no quedar mal ante los demás.
Sigo en el mismo punto físico, pero en otras coordenadas mentales. Frases como "la U no es una carrera de caballos" y "vos dale" cobran más sentido que una revelación a través de sueño a los pastores de Iglesias evangélicas pidiéndole a sus feligreses dinero para una carro último modelo.
Y todo es porque cuando vienen a reclamarme lo único que puedo decirles es: PLGP MPLV (YQP)
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