jueves, 1 de noviembre de 2012

A grandes espectativas, grandes decepciones

Bueno, voy a llamar a Maru. Seguramente ha de ser de rollo. Le ha de llegar el rock y la chingadera. Actuá cool, no tratés de impresionarla, no hablés de dinero para verte cool. Sólo decile que la medio hacés de diseñador o algo así. No te las llevés de la gran mierda... Uff, bueno pues, con todo, no es como que te vayas a casar con ella, pero talvez sale algo... Ojalá.
58**-****.

- Eehm, aló Maru, ¿qué onda, sabés quién te habla?
- ¿Bueno?
- ¿Sabés quién te habla?
- No
- Yo estaba el sábado... Te pedí tu número ¿ya?
- Pues... No, pero jaja ¿qué onda?
- Pues no mucho, aquí llamándote verdad. ¿Qué tal estás?
- Ahm, bien ahí, gracias
- ¿No te interrumpo ni nada?
- No, no
- Ah bueno jaja. Y... ¿Qué onda? ¿Qué haciendo a estas horas de la noche?
- No mucho, acá en mi casa
- Ah ya vas. ¿Regresando de la U, nel?
- Más o menos

[preguntas aburridas y sacadas con cuchara]

- Y contame... ¿Qué te gusta hacer? -quizás así podía invitarla a salir-
- Salir con mi novio (bla bla bla bla bla bla)
- Aaah... Tenes novio
- Sí
- Ah, que genial

[mierda... tiene novio]

- Bueno, ya no te quito más tu tiempo jaja
- No te preocupés
- Ahm, bye
- Adiós.

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