miércoles, 30 de junio de 2010

Sin paranoia, sin fe

Ese Pollo Campero era la mezcla perfecta: Había uno de los tantos 'pseudoempresarios' que odio, una secretaria, una empleada doméstica que venía en camioneta, un montón de gente aleatoria más y obviamente el restante.

Los lugares públicos siempre me han gustado en el sentido que son un nido de chismes ajenos, historias correspondientes a 'Muerto Diario' o Al día, pensamientos fantásticos y fanáticos, quizás hasta abusrdos pero entretenidos y sobre todo, refelxivos, bueno, si se va sin comañía. Al ir acompañado uno pasa a ser parte de la masa de chismes, historias y pensamientos cotidianos ordinarios pero extraordinarios.

Ese día, aparte de estar en nada y sólo, no andaba de ningún humor en particular. Odené una de esas ofertas de 25 quetzales; me pareció que para ser la mas cara del mercado de comida rápida, podría ser mejor, pero ni modo, yo sé que los Gutiérrez ya están trabajando, ocupados y preocupados en eso.

Atrás mío estaba una señora escandalosa, contándoles a los otros de su mesa, la situación de su yerno y lo mal que estaba yendo el negocio, que ya llevaba así varios meses pero que ella le seguia rezando a 'Diosito' para que le ayudara a salir adelante. Ella tiene mucha confianza en 'Él', si hasta se quedó después del culto hablándole al profeta -¿cuándo demonios dejaron de ser simples pastores? Supongo que si el robo es mayor, el título espiritual también- se quedó, para que le diera consejos y fortaleza.

Salí de ahi y me fui al banco donde siempre hay colas y adelante mío habían otras 2 señoras de esas que se quedaron en el antaño, hablando del negocio extorsionado de su hija y el miedo que le daba, ¿a quién no le daría miedo?, pero que estaba seguro que la 'Justicia Divina' iba a hacer que esos hijos perdidos como ovejas se encontaran el camino correcto.

En una tercera ocasión el mismo día, en otra cola y otro escenario, oigo a un señor cuarentón de jeans, playera blanca de los Green Bay Packers metida en el pantalón, un poco panzón, chapetón y de bigotes hablando que le habían robado lo que llevaba en su camioncito, ahi por Bárcenas pero que por suerte sólo eran 2 bolsas que le habían sobrado y que estaba seguro que 'Dios' iba a aplicar la misma 'Justica Divina' que ya ha de haber aplicado con los extorsionadores.

Alguien más lo hubiera tomado como señales del cielo, pero yo simplemente no pude tomarlas como tales. Entonces, concluí mentalmente que la fe es causada por la paranoia, digo, ¿Qué mas queda si no es la fe? ¿Perder sin más opción que perder? Sin paranoia no hay fe.

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