sábado, 29 de enero de 2011

Más mercadeo, menos mercantilismo

Celebrando mi entrada #300 a relativamente 2 años del inicio de este su hermoso blog.

Detesto mi carrera, pero por primera vez vi la importancia que tiene el mercadeo; con decir mercadeo no me refiero a anuncios gigantes, promociones estúpidas por mensaje de texto o regalar estufas naranjas en tiempos de elecciones. Eso es mercantilismo. En el mercadeo las 2 partes salen ganando: nos mercadeamos cuando vamos a una entrevista de trabajo, cuando tocamos frente a un escenario, cuando 'conquistamos' a nuestra pareja. La diferencia está en que el mercantilismo es con ánimo de lucro o beneficio de una vía.

En sí, desde que he estado más cerca que antes al izquierdismo revolucionario el cual no comparto al 100% por dejar fuera aspectos importantes como el mismo sector privado en sí, es el mal mercadeo que manejan, lo que les ha valido una interminable lucha con el enemigo débil lo fortificado por la misma aparente desorganización interna, las ansias de protagonismo y 'superávit' de capital humano en líderes. Pero ¿quién soy yo? Quizás hasta yo sea un neoliberal quien no se puede quejar por tener todo. Hasta podría ser considerado como un insulto, aún así, es mi libre pensar respaldado por la misma Constitución. Oh sí.

Dejaré de lado eso que abundan, los problemas que le dicen y me salto a la conclusión. Necesitamos mercadeo del bueno, como política de la buena, y seguiremos en este agujero hasta que todos dejemos de jalar la pita hacia donde queramos. ¿Cómo hacer eso? No soy Jesús ni McGiver ni mucho menos Norris o la albóndiga de Roko para tener todas las respuestas.





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