viernes, 7 de octubre de 2011

Agarrar onda


Twii Twi , por favor oríllese. Por tercera vez en mi vida las luces rojas y azules brillaban en mi retrovisor. Desaceleré y me detuve en el lugar que me pareció el más iluminado en toda la post-borrachera al estilo romano. 

- Buenos días joven
- Buenas
- Papeles y licencia (ya estaban afuera de la última vez que me había revisado hacía menos de una semana)
- Aquí están
- (kshh a 14-32, 14-32, afirma, afimra)
- (fuck, y yo ni 50 pesos cargo, bueno, fresquiala porque no hay de otra, igual ya vas bien)
- Casi nos choca al salir de la cuchilla. ¿Estás tomado?
- Ehm...
- ¿Estás tomado, SÍ Ó NO?
- Estuve tomando.
- Te vimos en la gasolinera que estabas durmiendo y ni cuenta te diste
- Ehm... sí perdón, es que tenía sueño
- Es tuyo el carro
- Sí
- Dónde vivís, acá del otro lado del bulevar
- ¿Dónde trabajás?
- Aquí (enseñando una calcomanía de mi trabajo pegada en el windshield)
- Mmm... ¿Sabés que al bote vas ir a parar por manejar así?
- Sí pero ya estoy bien
- Cuidate patojo.
- Sí, disculpe gracias.

Me sorprendió que el policía haya agarrado onda, aún así, lo que más me shoqueó es que mi jefa inmediata con un rango de poder de décimo-novena categoría se haya enojado con todo el equipo de trabajo por llegar media hora tarde a un reunión que yo había planificado a la cual ella ni llegó.
O la licenciada que alega porque se enoja porque no entendemos lo que está explicando.

Agarremos onda, veamos más allá de los hechos tangibles y seamos lo más neutrales posibles porque algunos días nosotros somos los que pedimos que agarren onda y otras veces, nosotros TENDREMOS que agarrar onda. Así funciona esto, un día uno es el gobernante y al otro uno es el gobernado.

Agarren onda, es bueno para tí, para mi, para ella, para él, para todas y todos. 

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