domingo, 15 de abril de 2012

Éxito con look de fracaso

Que me digan "puta mijo, hoy si la hiciste".
En el pasado te decíamos "queremos que ganés, que trabajés, que estudiés, que manejés un Mercedes" y creíamos que nunca te ibas a arreglar.

Conversar con mi hermano y nuestros amigos mutuos en alguna casa de Juan Gaviota, mientras pelamos a los shumos de Miraflores, creyendo que por usar Polo son superiores. Hablar de las bondades financiera que ofrece alguna casa en New York o escuchar de alguna estúpida descerebrada, desalmada y bien tocada amiga, una cotidiana micro-aventura insulsa de como se perdió en Londes cargando con todo el shopping que llevaba para su novio y su mamá.

Llegar a mi oficina en zona 9, 10, 14 o 15 al menos una después para que todos mis empleados sepan que yo soy el jefe.

Ser tan importante que MIS trabajadores cierren YouTube y Facebook, componiendo la postura y saludando cordialmente como si de la misma Virgen María o el Papa se tratara cuando pusiera un pie en la oficina.

Sabés que llegaste al éxito, cuando alguien abre la puerta por ti porque la conversación en el 'BB' es más interesante que girar la llave, solo para luego aplastarte detrás del escritorio y quejarte como loro de como todas las personas a tu alrededor son una mierda aguada que no entienden simples órdenes como "traigame café" sin saber que MI café lo tomo con Splenda y cremora.

Un arma a la cintura para que vean quien tiene el Poder y  un guardespaldas para poder dormir tranquilo.
Dos empleadas domésticas para que mantengan mi casa en zona 16 en la que nunca estoy, luzca tan lujosa y cómoda como la que mi esposa de salón ve en las revistas. 

Un par de hijos con un futuro arreglado y 4 empresas de donde escoger para que ya no tengan que palidear que comer cuando esté viejo y ya no tenga ganas de seguir agrandando la burbuja de mi familia soñada.

O podría ser todo un fracasado, que salga de mi casa una madrugada con una mochila, una cámara y una guitarra, con los huevos en la mano queriendo ir a perderme a alguna aldea, deseando tener alguna micro-aventura significativa para escribirla en un cuaderno hecho leña, arrugado y empolvado.

Tener que robar un beso, una sonrisa o una fruta de una tienda de barrio para poder seguir viviendo y avanzando, sin saber exactamente lo que ando buscando, hasta que sienta que por fin lo haya encontrado.

Sufrir días eternos con sueño, hambre o frío, deseando nunca haber dejado mi casa o vivir días completos de chingadera y ruido, arrepintiéndome de no haberlo hecho antes

Tener ansías de ser inmortal o quedarme tirado en algún parque sin ganas de moverme, esperando que todo se arregle por sí sólo, pensando en suicidarme por el cansancio pero sin hacerlo porque todavía queda mucho camino hacia ningún lado.

Conocer lo que ya creía conocer y descubrir lo que nunca creí encontrar. Ver lo que todavía no he imaginado y pensar lo que nunca he sentido.

Hacer lo que pueda y no lo que quiera, porque estaría haciendo lo que siempre quise y no lo que se supone que debí haber hecho.

Llegar a entender que es eso de tener un amor en cada puerto y hacer amigos que quizás nunca vuelva a ver. Vivir como yo quisiera, con el éxito que siempre soñé y que nunca nadie quiso para mí.

Ser un fracasado en los típicos estándares sociales pero un éxito en términos personales.

1 comentario:

  1. Es solo que los típicos estándares sociales son una mierda... Total.

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