jueves, 21 de abril de 2011

Cuando ya no tenga nada que criticar

Las quejas como pasatiempo # 1.
Me encanta quejarme y desde que trabajo me encanta quejarme más pero ya no lo hago tanto porque sabía que tarde o temprano iba a ser testigo, parte y hasta juez de los problemas oficinescos; hasta termino viendo lo bonito de cada situación. Me preocupa no estar deprimido y negativo, por ahora, porque sin eso... ¿Qué escribo?

Y peor aún... ¿Qué hago cuándo ya no tenga quejas aleatorias?
Espero retomar mi camino en este Semana Santa. Sé que soy irresponsable pero eso no me hace culpable de querer pasar momentos de ocio dentro y fuera de la caja con amigos y familiares, viviendo de la mejor forma que sé: la que conozco hasta ahorita.

Que nunca se terminen las críticas para que siempre pueda quejarme e imaginar soluciones.

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